domingo, 13 de mayo de 2007

Fernando de Aragón

La guerra terminó con la derrota de Juana. Por el Tratado de Alcaçovas (1479), Juana renunció al trono en favor de Isabel y se recluyó en un convento de Coimbra, convirtiéndola en Isabel I de Castilla. Ese mismo año, Fernando sucedió a su padre como rey de Aragón. En ese año, 1479, por tanto, puede fijarse la unión de ambas coronas. A partir de los términos de la Concordia de Segovia, Fernando colaboró activamente con Isabel en el gobierno de Castilla, encargándose personalmente de la política exterior, al tiempo que reservaba para sí los asuntos relativos a la Corona de Aragón. Tras dictar las primeras medidas de ordenamiento interno de sus reinos (en 1480 se institucionaliza la figura del corregidor; en 1481 se crea la Inquisición en Castilla; se sanciona a los nobles rebeldes y se reorganiza la hacienda real), los reyes emprendieron en 1481 la conquista del reino nazarí de Granada. A través de las dificultades de esta guerra (1481-1492), fundamentalmente de asedio, el rey Fernando fue revelando sus dotes diplomáticas y militares. La guerra terminó con la capitulación de Granada el 2 de enero de 1492. La conquista del último reducto musulmán en España otorgó a los reyes un prestigio que ayudó a consolidar la autoridad real. En los reinos de la Corona de Aragón, Fernando no modificó el sistema político tradicional (que dificultaba la concentración de poder en manos del rey), y puso fin en sus Estados al problema de los remensas catalanes mediante la abolición de los malos usos y la consolidación de los contratos de enfiteusis (sentencia arbitral de Guadalupe, 1486).

Introdujo en Castilla las instituciones aragonesas de los consulados (como el
Consulado del Mar, de Burgos) y los gremios, favoreciendo de este modo el desarrollo económico castellano, especialmente el comercio de la lana. En el aspecto religioso, llevó a Castilla la Inquisición (presente en Aragón desde 1249) y reformó el programa de su esposa, sentando las bases ideológicas de la España moderna introduciendo la uniformidad religiosa (decreto de expulsión de los judíos en 1492 y conversión forzosa de los moriscos granadinos en 1503, a los que la reina había garantizado el derecho a la libertad religiosa tras la capitulación del reino de Granada).

No hay comentarios: